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RECOLETAS AT. VALLADOLID 26 – BADA HUESCA 27

El Bada Huesca rompió el fortín de Huerta del Rey, tras imponerse, en un serio partido, en el que Malo y Mosquera mostraron una alta efectividad, ante un Recoletas Atl. Valladolid que no supo aprovechar sus armas.

Los visitantes salieron más centrados a la pista vallisoletana, y sorprendieron a los locales con un parcial de 1-4, gracias a las rápidas transiciones y al acierto en la portería de Arguillas. De hecho, los de casa anotaron el primer gol en el minuto 7, desde la línea de siete metros y, dos minutos después, César Pérez tuvo que ser sustituido en la portería por Pipe García, que debutaba así con el cuadro pucelano.

Su entrada supuso un acicate para el equipo azulón, ya que realizó buenas intervenciones, favorecidas por la intensa defensa, que frenó el impulso de la escuadra visitante, para dar la vuelta al marcador (6-5). Entró el partido en un toma y daca entre ambos conjuntos, que se repartieron fallos y aciertos a partes iguales, por lo que cualquier detalle decantaba la balanza de un lado u otro.

El Huesca supo hacer valer el juego de continuidad, con Adrià Pérez, y la efectividad de Malo en los penaltis, mientras que los locales aprovecharon el tiro exterior de Toledo y el juego coral, para llegar al descanso con una renta de dos goles (13-11). Tras la reanudación, se repitió el mismo patrón que en la primera mitad, con un cuadro oscense más entonado y más intenso en defensa, lo que le permitió volver a tomar las riendas en el electrónico (13-14).

Eso trajo consigo el tiempo muerto de David Pisonero, que tuvo consecuencias positivas, aunque no inmediatas, ya que los de Nolasco llegaron a obtener cuatro tantos de renta (15-19). Fue en ese momento cuando el Atl. Valladolid reaccionó, aumentando la presión defensiva y con Miguel Camino culminando las recuperaciones (19-20). Pero no supo mantener esa dinámica y volvió a caer víctima de sus errores.

El Huesca controlaba el ritmo de juego, con posesiones muy largas, al borde del pasivo, y efectivos lanzamientos de Mosquera, lo que se trasladó al marcador (20-23). Pero los locales no se rendían, y Pisonero y Dimitrioski recortaron de nuevo las distancias (22-23). El técnico del cuadro visitante pidió un receso, para dar instrucciones de cara a los ocho últimos minutos de partido.

Los dos equipos se emplearon a fondo en cada defensa y cada ataque, y Malo, por parte del Huesca, y Alejandro Pisonero, por la del Atl. Valladolid, fueron equilibrando el tanteo. 26-26 a falta de un minuto. Y Malo seguía sin fallar, dando ventaja a los suyos. 45 segundos de posesión para los locales, que desaprovecharon para, al menos, haber podido sumar un punto ante un rival que supo leer muy bien el partido.

EFE